lunes, 19 de julio de 2010

Como si de una película se tratase. Por mitad de media noche algo toco mi brazo, como un auto reflejo lo aparte. Me di la vuelta pensando que quizás era mi hermano, pero me encontré con nadie. Me volví hacia donde estaba colocada anteriormente, intentando auto convencerme de que había sido mi imaginación. Al cabo de unos minutos me sumergí en un profundo sueño del cual no podía escapar. En él, yo estaba parada en mitad de una carretera esperando a que alguien a quien no veía pero sentía la cruzara. Casi sin darme cuenta, me encontré corriendo entre la oscuridad. Pensaba que un coche me perseguía, pero al no poder ver a causa de la oscuridad, no lo sabía con certeza. Me pareció ver por un instante una luz parpadear a mi izquierda, asi que cambie mi rumbo y mi dirigí hacia ella. Al llegar a mi supuesto destino, me pare en seco y mi supuesto perseguidor había desaparecido, no le concedí ni un segundo para pensar donde se había ido o como se había ido, sino que intente buscar entre la oscuridad otra vez la luz parpadear. La encontré, volvió a parpadear y yo sin pensarlo acerque mi mano. Lo negro se volvió blanco. Un agujero se abrió en el suelo, por el cual yo caí. Me dio la sensación que boté en mi cama antes de abrir mis ojos. Al abrirlos vi un hombre parado en mi habitación. Intente gritar pero mi voz se había esfumado. El hombre, en un visto y no visto ya no estaba, pero empecé a oír en mi cabeza un voz reírse de una forma malvada y a la vez penosa. Cuando iba a levantarme para irme de ahí, no podía, mi cuerpo no me obedecía. Agobiada intente gritar aun sabiendo que no se oiría, intente moverme aun sabiendo que no podía. Pero en ningún momento pensé que aquello solo era un sueño, hasta que mi madre consiguió despertarme. Pegue un salto de la cama y fui directa a la ducha a despejar mis ideas y separar lo real de lo irreal. Ese sueño que había sido tan real no parecía del todo irreal asique en mis recuerdos lo encerré y de ahí no salió.

1 comentario:

Deje aquí su nube: