-An, Annette. Uff, ya te has vuelto a dormir, ¡que rabia me da!
El mundo se me desestabiliza, bueno quien dice el mundo, dice que se me tambalean las costillas. Lenna con estas cosas es una cerda con todas las letras y no me deja dormir.
-¡Por fin! Ya se despertó la bella durmiente.-Dicen sonrientes ella y su jodida manía de pasarme la mano por la cabeza para enredarme hasta las pestañas.
-¡Ah! Para que duele.-Se me escapan un centenar de lagrimillas que juegan con las pecas, no porque me duela, sino para darle pena.
-Oish. ¡La pobre!-Dice con un sarcasmo insultante-Mira que pena me da-repite su acción entre risas.
Salto de la cama semi desnuda y con los ojos pegados de sueño, comienzo a perseguirla por la habitación y a intentar saltarle encima, me mira divertida y sin saber como acabamos revolcadas en el suelo produciendo un estruendo enorme que se nos mete en la cabeza, pero es silenciado por unas enormes carcajadas.
Lenna se incorpora y me mira muy seria. Se peina, se pone bien la ropa y sigue seria. Da miedo.
-Bueno..-Comienza, y suena a charla. Y de las gordas.-¿Que piensas hacer con Roman?
-¡Lenna no me jodas!-Pego un salto desde el suelo, me meto en la cama y me tapo hasta la cabeza para no ver como me mira. Viene y despacito me destapa, que tierna ella.
-Podrias dejar de huir, para variar.
-Yo no huyo-me tapo otra vez, odio como me mira.
-No, apenas-me tiende su móvil-. Al menos, llámalo.
-Esta bien-digo con un hilito de voz entre dientes. Busco su número y lo llamo. cruzo los dedos para que no lo coja. cuando iba a desistir, lo coge.
-Hola, Len, dime.
-Eh, esto.. no soy Lenna-¿porqué me tiemblan hasta las pestañas al oírle?-. Soy Annette...
-Ah, ¡Annette!-parece feliz. Mucho.-¿Me llamas para decirme por que huyes de mi?
-Lo voy a intentar... ¿A las 7 en la playa?
-Perfecto. Un beso guapa.
Lenna al oír las palabras comienza a dar botecitos sin sentido junto a mi y a rebuscar en mi armario.
-No es para tanto.
-Claro que lo es-la sonrisa se le sale de la cara.