domingo, 13 de junio de 2010

Annette y su orgullo matutino se dan de bruces contra el suelo.

El ruido ensordecedor del móvil me obliga a dejar por hoy mis sueños y siento impulsos de estamparlo contra el suelo, pero aun así lo abro y la inteligible cháchara matutina de Lenna evita por completo que siga durmiendo, no entiendo nada, solo el grito final que me da antes de colgar: ¡BAJA YA!
Salto de la cama y como no, yo y mi complejo de lombriz nos damos de bruces contra el suelo. Aún con el asqueroso sabor de las mañanas en la boca, me visto, sin mirar lo que me pongo, voy al baño el tiempo necesario como para peinarme y lavarme los dientes,intento tardar lo menos posible, por que se que si hago esperar mas a Lenna, moriré. Con los ojos pegados de sueño bajo a tientas las escaleras. Y ahí esta ella, con su cara de mala ostia emarcarda por el pelo castaño, como no, empieza a gritar de nuevo. Que si llevo mucho tiempo esperándote, que si eres una tardona, que si no hay quien quede contigo. Lo de siempre, paso de lo que me dice y me abalanzo sobre ella para darle un beso en la mejilla.
-Si, si, tu arreglalo todo con besos.
-Sabes que es mi especialidad-una gran sonrisa cruza mi cara.
-Mira, A-n-n-e-t-t-e -si dice mi nombre completo, con todas sus letras, esque me va a soltar la charla.Otra vez-. Que tu seas una impuntual, perezosa, que no sabe respetar un horario no significa que me tengas que joder a mi y mucho menos a Román.-Se me ha quedado cara de pato. ¿Ha dicho Román? Sí. Lo ha hecho. Sigue dándome la charla, pero el cacao mental que me acaba de producir que hayamos quedado con Román y yo no tubiera constancia de ello no me deja escucharla.
-Lenna. Lenna. Callate.-Lenna pasa de mi cara y sigue hablando y hablando como si le hubiesen dado cuerda. Me paro delante de ella y la agarro por los hombros. Se calla. Por fin me deja hablar.-¿Román?¿Como que Román?-Lenna me indica con una mano queme de la vuelta. Paro de hablar y le hago caso.
-Hola Ann.-Dice Román con su felicidad habitual mientras se inclina para darme dos besos y yo rehuyo.
-Eh si, hola, esto.. Román. Sí, eso. Román.-La risa que le produce todo esto a Lenna se me mete por los oídos, me inunda las ideas y no me deja pensar. Se me cruzan los cables y noséporque, bueno si que lo sé, salgo corriendo. Parece tonto, pero me voy.Tan deprisa como me permiten los pies. Dejando mi orgullo matutino junto a las risas de Lenna.

1 comentario:

  1. Hola! Me gusta mucho(:
    Soy nueva y, seria genial que pudieras poner un granito de arena en mi pequeño blog.
    Un besito!

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