jueves, 19 de agosto de 2010

Cristina

Estaba durmiendo cuando una fría mano me rozó el costado. "Será Cris". Pensé. Suele venir a mi cama con su tropa de peluches cuando tiene miedo. Me giré esperando encontrarme su pelo rubio y su cara de ángel.
-¿Qué ha sido esta vez Cristina?-me incorporé con los ojos pegados de sueño para meterla conmigo en la cama. Antes de llegar a mirarla una mano me tumbó de nuevo en la cama. Se clavaron en mí sus ojos, tan familiares y desconocidos al mismo tiempo. En ese instante lo comprendí todo, había vuelto, y no se iría de vacío.
-No. No soy Cristina, pero me conoces igual de bien o incluso más en profundidad, eh-.Su sarcasmo me duele tanto como un puñetazo-.Por cierto, ¿donde está?
Me muerdo los carrillos, aprieto los puños contra el colchón, no pienso hablarle.
-Que tonto soy, las niñas a esta hora duermen-.Señala la habitación de al lado-.¿Aquí?
Dejo de mirarle.
-¿Cómo has entrado?-casi no me salen las palabras.
Agita unas llaves mientras sonríe.-Convencí al portero de que era tu novio.-Se arrodilla a los pies de la cama delante de mi y me acaricia la cara, yo le aparto la mano con fuerza.-¿Puedo verla, verdad?
-No.
-¿Qué?
-Que no. No puedes. Aléjate de mi, de ella. ¡Déjala en paz joder!
-¿Como que no? Soy su padre, tengo derecho.
-No. No lo tienes.-Las palabras se arremolinan en mi boca y casi no salen-. No eres su padre, ella no tiene padre...
-¿Entonces de quién es hija, eh?-Me arrincona contra la pared y pone las manos a la altura de mi cabeza. Está tan cerca que su aliento me golpea con fuerza.
-Mía...-me sale un susurro-.¡Es mía!-intento escabullirme y no me deja.
-Joder, no digas tonterías-me agarra de los hombros y me empuja contra el colchón.
Nos quedamos en silencio y se oyen unos pasos por el pasillo. Cristina está en la puerta, frotándose los ojos y con su peluche favorito de la mano.
-¿Qué pasa mamá?-le hago gestos para que se vaya, pero no me hace caso, viene hasta la cama, se sube y se me agarra del cuello.-Hacíais ruido y no podía dormir-se frota de nuevo los ojos.
El se arrodilla de nuevo ante la cama y le acaricia el pelo. La aparto y la pongo detrás de mi, ella esconde su cara tras mi pelo. Está tan asustada como yo.
-Hola Cristina, que grande que estas-el le sonríe.
-Claro, es que tengo 4 años-sale tras de mi y yo le indico que se quede detrás.
-Basta ya ¿no?-Me pongo de pie y lo empujo hacia atrás.-Vete.
-No.-Me empuja y me doy muy fuerte con la cabeza en el marco de la puerta, me quedo en el suelo, envuelta en un charco de sangre. El se la lleva y no puedo hacer nada por evitarlo. Se oyen sus pasos y la puerta, a partir de ahí, nada. Vacío.




-Mamá, mamá, despierta-Cristina se mete en mi cama y me pone su peluche en la cara.-Lili no podía dormir y hemos venido a ver si tu puedes hacer algo.
No puede ser, esta aquí conmigo, y yo no estoy ahí desangrada. Ha sido un sueño joder. Me lanzo sobre Cristina casi llorando y la abrazo. No me la ha quitado, está aquí conmigo.
Nos metemos en la cama y la tapo con la manta.
-Ya se que soy muy mayor para dormir contigo, pero es que ella estaba muy asustada.-Señala a su osita de peluche-. No te enfadas, ¿verdad?
-Claro que no, podéis venir a dormir aquí cuando queráis, aunque seas muy mayor.
Cristina me abraza y se queda durmiendo, yo no puedo cerrar los ojos.

1 comentario:

  1. Patricia Buttowski19 de agosto de 2010, 11:09

    Me encantan como están escritos los diálogos :)

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