domingo, 19 de septiembre de 2010

Vacío

Frío. En este instante único que siento es frío, se mete en mi interior, me hiere por dentro, es demasiado intenso para dejarme seguir caminando, pero aún así me gusta. Tengo la costumbre (llámalo manía) de pasear en invierno, cuando el frío hace permanecer resguardadas hasta a las ratas, por el simple hecho de enrojecerme la nariz, dejar de sentir los dedos y tener escarcha en las pestañas. Es lo que me esta pasando ahora, y pese a la soledad y el miedo que me trasmiten los callejones y escenas navideñas nocturnas, me encanta. Dejo que el aire se inunde con el vaho que sale de mi boca, me ajusto el gorro y me froto las manos concienzudamente, hace un rato largo que dejé de sentirlas y por mucho que me guste, es preocupante.
Pasa un coche muy rápido junto a mí, salpica y me llena de nieve y barro. Lo maldigo en voz alta, gracias a el, la vuelta a casa me será mil veces peor. El bolso me pesa en el hombro e incluso me duele.
Levanto la cabeza y observo que el coche se ha parado a unos cuantos pasos de mi posición, hago caso omiso, pero soy demasiado paranoica para mantener la calma, así que acelero el paso y bajo la cabeza, justo cuando estoy junto a el una puerta se abre y un hombre baja de el, la nieve le entorpece, es visible que no está acostumbrada a ella, se dirige hacia mi.
El miedo me ha creado una bola en la boca del estomago y salgo corriendo como puedo entre la nieve, pero de poco me sirve, a los pocos pasos unos brazos me rodean impidiéndome caminar, me levanta ligeramente del suelo debido a mi poco peso y a su esceso de gimnasio, no es el tipo que bajó del coche pero está con el, dos tipo más les acompañan, cuatro en total. Se ríen, me zarandean, dicen cosas inteligibles. Uno de ellos tiene la boca pegada a mi cara, el aliento le huele a alcohol. Me desabrochan el abrigo, no me salen los gritos se quedan dentro y me reconcomen. Un niebla me nubla la visión, todo me da vueltas, solo escucho risas, gritos, palabras sueltas, me llaman puta y se ríen, y a partir de ahí, nada. Solo dolor y vacío.
Un completo vacío.

4 comentarios:

  1. Me gusta, me gusta mucho (L)

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  2. Da un giro tremendo. Había comenzado el relato con una idea en la cabeza y al terminarlo, se me ha encogido el corazón.
    Por lo que se ve, no siempre el frío trae cosas buenas.
    Espero que alguien le dé calor, y todo pase pronto.

    Besito(L)

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  3. Hay que tener cuidado con el "horror vacui" que se enclava entre las costillas. El frio se mete y luego no sale.
    Un saludo y un canto de ballena. :)

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